viernes, 23 de diciembre de 2016

Yoga






Cortar una conexión vital
            


Escuchás una voz suave
Y obedecés
sacás lo de adentro
afuera
Guardás lo de afuera
adentro
Sos un raro loto
De occidente


y siempre llegás tarde
a la consigna

nunca está suficiente
mente
estirada tu columna
y tu cabeza rompe la línea
tu postura de mesa
derrama el agua del vaso
imaginario
y la derecha
siempre
es tu izquierda


El mapa de tu cuerpo
Tiene
El polo sur
Al norte

domingo, 18 de diciembre de 2016

Breves (Ejercicio)

1


 Mi cama se metía
dentro de un mueble
en el mueble
Estaba yo
Debajo de todo
Vestida de azul




 2


Juguetes favoritos:
Un escritorio improvisado
con dos sillas y una tabla
Tijeritas y letras
de la razón quinta
Las palabras eran mi nombre
del derecho y del revés




 3


Un poema al nogal
asesinado en el patio
Se imprimió en la revista
de la escuela
Qué triste es ser un nogal
que nunca nadie mira:
sólo un crimen visto
a través de la ventana.




4


Recorto y pego,
Escribo a lápiz
lo que sueño
Y bordo y tejo
y juego cartas
Mientras en mi mente
se escriben las historias
Siempre a medias
Siempre incompletas
Porque todavía
Estoy viva



Caminar es como meditar



Parece ser que cuando caminás
parte del ejercicio aeróbico
recomendado
es poner la mente en blanco
como en una meditación
o tal vez la recomendación era
no dejarse atrapar
por los pensamientos que
tratan de treparse a tu cabeza
como monos
incansablemente
los bajás a manotazos y
vuelven a subir

cuando camino hago algo parecido
trato
una y otra vez de bajarlos

(Ahora recuerdo que
en la meditación no hay que forzar nada
no hay que luchar contra los pensamientos
simplemente hay que dejarlos de lado
el secreto es
no quedarse admirando sus destrezas)

Caminar se parece a meditar
pero hay diferencias muy profundas
empezando porque no es
posible abstraerse del entorno
por elementales razones de seguridad
sin embargo el empeño
que pongo en dejar de lado
la cavilaciones cotidianas
se parece a dar manotazos
me empeño en observar en oler
en tocar (toco las ramas
laxas y amigables
del aguaribay,
dejo que me acaricien la cara)
El frotar de las zapatillas contra
el polvo de ladrillo no
llega a despertar a
los durmientes de los bancos
cada vez que paso alguno
cambió su postura en el banco
de costado boca arriba
ahora un diario tapa una cara
la mujer china hace ejercicio
el hombre chino medita
cada vuelta me revela
detalles nuevos acerca de
el hombre que duerme
la mujer china
el lector
estas observaciones no me invaden
son amables
me permiten mantener alejados
a los monos del pensamiento
caminar es como meditar

jueves, 15 de diciembre de 2016

Juguetes favoritos


Una vez fui carne
hecha de esperas y temores
Soplo de sangre en cada latido
Terco
Soplo del corazón
presentimiento
Nacer fue una aventura
que casi mata
Y así crecí
oveja despeinada
pollito mojado
Señorita
Callada y obediente


Mi cama se metía
dentro de un mueble
en el mueble
Estaba yo
Debajo de todo
Vestida de azul




Junto a la ventada
Un escritorio improvisado
con dos sillas y una tabla
Era mi juguete favorito
Tijeritas y letras de la razón quinta
Las palabras eran mi nombre
del derecho y del revés
Y la vereda, muy lejos
Una foto en blanco y negro
Donde un vecinito de mi edad
me dejaba pasear en triciclo



Nunca hablé con él
De mi fugaz paso 
por la vereda
queda esa foto

Siempre una ventana
Donde asomarme cada vez
que hace falta saber
Que todo sigue allí
cuando levanto la vista
Del álbum de figuritas
De la revista Chabela
Del cuaderno tesoro
O del manual del alumno
bonaerense
Todo sigue allí
Cuando levanto la vista
del diccionario donde averiguo
lo que quiere decir la palabra puta
del libro de poemas de un pariente lejano
guardado en un placard
de las historietas donde periquita
hace lo que puede
o de la razón de mi vida
Todo lo que pasa por mis ojos
pasa también por mis dedos
Y los mancha de tinta
La carpeta de aritmética se fue llenando
De flores y letras psicodélicas
Un poema al nogal asesinado en el patio
Se imprimió en la revista de la escuela


Qué triste es ser un nogal
que nunca nadie mira:
sólo un crimen visto
a través de la ventana.


Mis juguetes favoritos: un diario íntimo
Los blocks de dibujo a lápiz
La tinta china y las témperas
Y los recortes de revistas
ensamblados
Como rompecabezas
En las carpetas del colegio
El juego de recortar y pegar
que sigo jugando
En mis carpetas de  profesora
Y en mi cabeza de mujer
Recorto y pego,
Escribo a lápiz lo que sueño
Y bordo y tejo y juego cartas
Mientras en mi mente se escriben las historias
Siempre a medias
Siempre incompletas
Porque todavía
Estoy viva



miércoles, 24 de agosto de 2016

El experimento



El sonido inconfundible de un mensaje nuevo en el teléfono despertó a la mujer. Dudó unos segundos, aún inmóvil en la postura del sueño. Estiró la mano y comprobó la hora. Las cuatro y media de la mañana eran para el escritor las mejores horas para ejercer su oficio. Tardó en unir ambos hechos. La llamada y la escritura. Los mensajes iban y venían. Pensó vagamente en que ella formaba parte del trabajo del escritor. La madrugada, la mujer, la escritura. Entre uno y otro mensaje volvía a acurrucarse entre las sábanas y a dormitar. El escritor le preguntaba cosas. Ella respondía con palabras impregnadas de sueño. Se sintió dentro de un experimento.

Era la protagonista de una escena. La sometían a un interrogatorio penoso y sin descanso. No podía sostener la cabeza, la vencía el cansancio. Cuando estaba a punto de desmayar, un pinchazo la hacía saltar de la silla. Tenía que seguir contestando preguntas, hasta llegar a la verdad. No a su verdad, sino a la verdad del interrogador, que estaba establecida de antemano. No volvió a despertar. El libro se publicó un tiempo después, sin su consentimiento. 

jueves, 2 de junio de 2016

Un recuerdo es un recuerdo

Un recuerdo es un recuerdo
Está aquí, me dijo,
señalando el pecho y aquí,
señalando la sien.
No está en las cosas.
Las cosas son cosas nomás
Los recuerdos se guardan en otra parte.

Si pudieras explicarme entonces por qué
esta sábana guardada en el fondo del placard,
ahora que la mudanza me obliga a mover las cosas,
esas cosas que son cosas nomás,
esta sábana se abre como un libro que cuenta una historia
de sangre y semen,
de arena y playa
de lejos
y de límites cruzados
y de risas y de olores
y de mentiras y de riesgos que corrimos
y que ya nadie corre.


jueves, 19 de mayo de 2016

Caminante

Tan solo caminando, dijo con sencillez, pero su rostro se heló
Ray Bradbury, El caminante




Una patrulla persigue al caminante
camina para nada
porque sí
en ese futuro próximo la pantalla
azul ilumina los interiores
y el caminante pasa
su cabeza está llena de libros,
de calles
La noche, los libros, el camino
Es un hombre viejo

Soy una mujer vieja
pero
la pantalla viaja conmigo
mi cabeza está llena de libros, 
de noche, de caminos.

Que venga la patrulla

miércoles, 18 de mayo de 2016

Solitario spider

Jugaba solitario spider en los 2000
qué se puede hacer cuando el mundo está por acabarse
las reglas imponen (permiten) asociaciones no permanentes
entre los dos colores rivales
las cartas rojas y las cartas negras pueden superponerse
por un tiempo
hasta que es necesario separarlas para formar las pilas ordenadas
me volví hábil
ya no me importaba ganar
sino llevar al máximo el riesgo de juntar negras y rojas
para extremar la dificultad

mientras jugaba compulsivamente
una historia se contaba en mi cabeza
la historia era simple
las rojas eran huestes de un amante apasionado
mujeriego y seductor
en pelea con dios constante
incapaz de retirarse de la sinagoga
a la vista de su madre

Las negras eran monjiles hijas de maría
Que amparaban hasta cierto punto
A una chica del conurbano
Con ganas de revolear la chancleta
Pulcramente bordada
Por su mamá

Los dos mundos no debían contaminarse
No se contaminaron
Hasta que
pasados los cuarenta y
Con familias debidamente constituidas
Cruzaron el cyberespacio los heraldos
De la lujuria

Y todo se fue al carajo
La monja de las cartas negras se permitió soñar
El soldado rojo estaba harto de las aventuras guerreras

Sos una adicta, me decía me marido

Tremendamente lúcida, yo sabía que al final del juego
Las cartas volverían a acomodarse en las convencionales pilas
Pero era incapaz
De dejar de jugar


lunes, 25 de abril de 2016

Pase y vea

“Veo la luna,
De costado,
Como sostenida en el aire”
Carolina Giollo, Ciudad de luz


Pase, señor,  y vea:

Son tres ambientes
El living con su largueza de tubo
El dormitorio con su estrechez de aula
Y este otro, sí,
El balcón
Un ambiente donde todo iría a parar a la calle
Si no fuera por ese árbol.

El árbol es como un fondo de pantalla, pero no
Es como una película en tres d.
Doy un paso y me pierdo
Estoy adentro de un árbol
Estoy en la casita del árbol.
El ruido ciudadano es menos ruido
Y cantan más suaves las sirenas de los bomberos.
Y arenga más leve el cartonero
Y se armoniza la hinchada
Y silba un viento que parece de veras.

Y todas las noches
Cuando se prenden las luces de mil ventanas
atrás de las sombras negras de mi plátano
Me agazapo para encontrar la luna
Que mira de costado
Hacia este rincón oscuro

Cuando llegue el invierno será necesario que me abrigue
Para enfrentar el viento helado mientras busco su cara blanca.
Yo sé que habrá noches nubladas
Porque ya las hubo.
Sin embargo nada impide que una salvaje esperanza 
me obligue a agazaparme
una y otra vez 

Pase y vea, pero no se quede aquí.
No hace falta que se demore.

Es todo lo que hay para ver.

miércoles, 20 de abril de 2016

El cigarrito

Mientras escucho "El cigarrito" me imagino la cara de Víctor Jara, acuclillado en una cueva fría, dejándose llevar por la duda que lo acompañna desde antes de llegar a ese agujero.
En ese lugar la duda crece y ya es como un monstruo que cubre las paredes de la caverna. Añora un cigarro, imagina que lo arma pero no sabe siquiera si le queda tabaco. Hubo tiempos generosos en que se permitía tirar la colilla para que otros más desesperados la levantaran.
Pero ahora no hay más tabaco y está solo en esa cárcel de frío: ya ni el calor momentáneo del cigarro encendido puede salvarlo del monstruo de la duda a la que se adhiere un quejido de abandonado, ay, ay, ay, me querís?
Cada vez que entro en esa cueva para visitar al monstruo de la duda me desconcierta el pensar que nunca fumé.Nunca fumé. Ni siquiera se pueden tomar en cuenta mis intentos de acercamiento al cigarrillo cuando era una adolescente o una primeriza estudiante universitaria: la curiosidad no ameritaba bancarse la tos.
Pero canturreo "El cigarrito" y me brota una lágrima.  Imagino el momento íntimo en que el solitario arma su cigarrito. Ay ay ay, me querís? Si no tengo, de ánde saco? El tabaco necesario para acompañar la ausencia, la duda, la pena del amor.
Difícil imaginar una hoguera más íntima y pequeña frente a la que poder llorar en forma de canción.



jueves, 7 de abril de 2016

Fallido

Cuando todo coincide, pero nada tiene sabor. Este podría ser el subtítulo de este encuentro fallido. En las páginas de encuentros entre solos y solas hay una variedad inabarcable de seres y soledades. Lo seleccioné entre 73 personas. A él y a nadie más. Unos cuantos años menor que yo, intelectual, anteojos, rulitos en su pelo canoso y no tan corto. Aire indolente. Una copa y un cigarrillo. Lejos, el más atractivo. Pero, además sus gestos me eran gratos. Su mirada, sus lugares. Todo lo que las fotos pueden revelar: entornos, circunstancias.
También fue el único elegido para conversar. Y el deleite seguía en las palabras, en las frases. En el modo de relacionarse y crear intimidad. Sólo con palabras. Esto es un arte, me dije.
El próximo paso fu intercambiar números de celular. Noté su impaciencia por oírme. Y es que la voz es tan importante. Me dijo que era sensual. Fue lo máximo que dijo. La seductora imagen se corporizó en un hombre comprometido con la política, el gremialismo. Compartíamos formación, la misma actividad y la misma ideología. Todo coincidía.
En ese tiempo previo al conocimiento físico, a la mirada directa a los ojos, al contacto.En ese tiempo preliminar, todo promesas y deseo, nada podía mejorar. Para mí tenía un único defecto: el cigarrillo. Para él, yo no tenía ninguno.
Pero el encuentro se demoraba. Actividad gremial. Un viaje. Como respuesta a mis dudas, me contestó que nada se había enfriado y que muy pronto estaríamos juntos.
Mientras tanto, me borré de la página. No tenía sentido seguir viendo caras que no me decían nada, que me distraían de lo que esperaba.
Esta tarde se concretó el encuentro.
Aparecí por otra calle, no por la que le había dicho. Fue sin intención. Lo vi antes que él a mí. Era más delgado de lo que parecía en las fotos, y se había dejado la barba. Cuando me vio me saludó como a un viejo amigo.Y me dijo varias cosas que no daban cuenta de la impresión que yo le causaba, sino de cosas circunstanciales: una película, creo. (Estábamos en la puerta de un cine). Entramos a un bar. Me pasaron varias cosas. Él no era menos atractivo, pero su presencia no me generaba ninguna señal física. Ni temblor, ni risa, ni timidez, ni rubor. Parecía que teníamos mucho de qué hablar: política, educación, derechos humanos, estudios, frustraciones, malestar laboral, medialunas, protestas callejeras, cine. No había simpatía, no había sonrisas, no había risas, no había miradas. Dos seres preocupados por la actualidad, por la crisis, por el país, por el futuro.Se terminó el café. "¿Querés otro?". " No, gracias"."¿Pedimos la cuenta?". "Sí, yo voy para Callao." Abrazo en la puerta. Fin.
Ahora en casa, trato de entender qué pasó. Qué fue lo que no funcionó. No le gusté, es obvio. Pero no le gusté desde el minuto uno. Y sin embargo hablamos dos horas como viejos amigos, compartiendo aflicciones y preocupaciones. Porque fue lo único que pudimos compartir. Ahora visualizo mis intentos por sacar otros temas como pelotazos en un frontón. Rebote puro y duro. Y recuerdo un par de miradas y de sonrisas que me fueron devueltas sin dejar huellas en el paredón. Un hombre en su soledad amurallada.
Un hombre que va a una cita y no habla una sola palabra de lo que espera de esa cita. De sus sentimientos personales, de su búsqueda.
No estoy esperando un mensaje. Estoy esperando no recibir ninguno. Lamentaría decir que no, que gracias, que no quiero que se me mueran la risa y el deseo.